Cuando iniciamos el curso y vamos introduciendo los materiales de juego, todo son sorpresas, inquietud por empezar a investigar. Después de un gran año lleno de experiencias, es el momento de ir cerrando cosas, de ir despidiéndonos de los objetos que nos han acompañado.
Juntos, revisamos todos los materiales y tratamos de determinar si se pueden guardar tal cual están o si necesitan reparación o limpieza. Debates donde justifican el porqué de su afirmación, donde para unos un muñeco está limpio y para otros tiene mucho polvo. Lo que menos dudas genera son los cuentos, es fácil saber si hay que arreglarlo o si lo podemos guardar para otros niños.
Empezamos por uno de sus juguetes favoritos: los coches. Y desde lo que más me gusta, seguimos bajando en la jerarquía: material de juego de imitación, bebés, partes sueltas, libros… A veces por equipos y otras en gran grupo. Limpiamos, guardamos y etiquetamos.
En clase, durante el curso, hemos aprendido a cuidar de los compañeros, a cuidar de los profesores, a cuidar las zonas de juego y a cuidar los materiales. Todo el tiempo invertido en arreglar cosas, en ver cómo nos gusta tener el material se ve reflejado ahora cuando pido ayuda para revisar y limpiar los juguetes.